viernes, 3 de junio de 2011

Día 5


Hoy, de forma tan inesperada como indirecta, he recibido una mala noticia.

Mientras comía, inclinado sobre la mesa del salón, he puesto la tele. He pillado empezado el telediario de las tres. Sentados tras una alargada mesa de tono grisáceo, los dos presentadores, un hombre y una mujer, se iban turnando para enumerar los titulares de forma monótona y sin detenerse demasiado.

En realidad, solo me apetecía un poco de ruido que me acompañase mientras comía. Ayer fue un día duro, y hoy seguía un poco tocado, así que al principio estaba más concentrado en mi ensalada que en otra cosa. Pero cuando se acabó el avance y, tras una disonante cortinilla musical, llegó la primera noticia, mi atención cambió drásticamente de objetivo.

Se trataba de una primicia sobre la familia Villalobos, dueña de uno de los imperios industriales más poderosos del país, el Grupo VSL. Mientras gente como Paco “el pocero” o Mario Conde se convertían en el modelo de éxito empresarial del país, José Antonio Villalobos encumbraba el holding del que era presidente a la cima de la economía española, e incluso se colaba en los primeros puestos de los rankings europeos, junto a titanes de la talla de Fiat, Telefónica o el Grupo Daimler. El Grupo VSL está  compuesto por más de doscientas empresas de diversos sectores, y se estima que factura unos cincuenta mil millones de euros al año.

Sin embargo, el titular no se encontraba en la sección de economía. Ricardo, el hijo mayor de José Antonio Villalobos y hasta entonces principal candidato para sustituir a su padre en la presidencia del grupo, había sido asesinado.

“Ricardo Villalobos, hijo y posible sustituto en la presidencia del Grupo VSL de José Antonio Villalobos, ha sido encontrado muerto. Esta mañana, en una de sus residencias veraniegas, localizada en Finisterre, el cuerpo sin vida del joven ejecutivo era hallado por el personal de servicio que mantenía la vivienda en condiciones. Ya se ha iniciado la investigación policial, y la situación se mantiene bajo un estricto secretismo; no obstante, ya se ha confirmado que el malogrado candidato a presidir uno de los mayores grupos empresariales del país ha sido asesinado. Algunos de los miembros del entorno de la víctima han declarado que llevaba desaparecido casi cuarenta y ocho horas, e incluso estaban esperando a que pasase dicho margen de tiempo para ponerse en contacto con la policía.”

El tenedor resbaló de mi mano y cayó sobre el plato, Me había olvidado por completo de la ensalada. 

Estaba ante un auténtico bombazo. 

Lo más probable es que la familia Villalobos lleve el día entero haciendo todo lo posible para que el suceso no se convierta en un circo mediático, pero no da la impresión de que puedan conseguirlo.

De todas formas, a pesar del impacto inicial que produce un suceso semejante, ya me habría olvidado de la noticia de no ser por un pequeño detalle: Ricardo Villalobos y yo éramos amigos.

1 comentario:

  1. Llegó el tono de misterio, me gusta mucho, sigo aquí leyendo.

    Abrazo

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